CUERDAS, REDES Y NUDOS

Para este marino su misión no sólo es navegar, sino también confeccionar las redes que hacen posible el sustento durante la navegación, construyendo mallas de distintas tramas.

Los múltiples hilos que se entrecruzan conforman una retícula que deja ver el resultado de la pesca, pero no aquello que no quedó retenido: peces-ideas que retornan al mar de donde vinieron.

Cada hilo implica una continuidad enlazada con otra progresión de acontecimientos, la que a su vez conduce hacia otro cruce. A veces, simplemente se corta o se deshilacha.

Quienes vieron mis trabajos pueden desatar algunos nudos o crear otros, para descubrir en esa trama algunos espacios de los que no me percaté.

Instrumentos, materiales, técnica: su equivalente son los dos hilos y el nudo que los enlaza. Así construyo mis redes para pescar ideas.

 ¿Qué peces quedarán en mi red? ¿Qué ideas serán retenidas y cuáles desaparecerán, habiendo escapado al reticulado?

La suerte en esta modalidad de pesca no sólo radica en el diseño de la malla, sino también en la zona donde se lanza la red. Hay que estudiar las corrientes, tanto las superficiales como las profundas, prestar atención al ciclo de las mareas e intuir no sólo el instante oportuno para arrojarla a las aguas, sino también el momento para recogerla.

En mis redes se entrecruzan hilos de diferentes naturalezas y categorías: está el hilo de la metáfora, el hilo de lo abstracto, el de lo textual, el de lo trascendente, el del humor y el de la experimentación, entre otros. Los nudos, más laxos o más tensos, permiten el cruce donde converge la intención. Entre ellos el agua fluye. Por ahora, el mar me responde con sus frutos.

Acerca de «Cartografías de un marino en tierra»

Este barco ha estado navegando por más de tres décadas, y hoy, (abril de 2020), es la primera vez que este marinero solitario y distraído decide dejar registros, algunos retrospectivos y otros recientes.

Relatos caóticos, absurdos, de aquí, de allá, o de ninguna parte… Y también breves descripciones de sus navegaciones imaginarias.

Lector, piensa en el cuaderno de bitácora escrito por el capitán del Holandés Errante: notas fantasmales, detalles fugaces, palabras e imágenes para ser leídas y vistas por espíritus vagabundos, o quizás por… ti?

Bienvenidos a bordo!

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